TEATRO DEL OPRIMIDO

TEATRO DEL OPRIMIDO

El jueves realizamos una sesión práctica y dinámica en la que nos adentramos en el mundo del “Teatro del Oprimido”.

El teatro del oprimido fue creado por Augusto Boal y se puede definir como un conjunto de juegos estéticos y técnicas que empoderan a las personas para luchar por un cambio y transformación individual y social a través de la solución de problemas y conflictos.

Este concepto de Boal lo podemos relacionar con la Pedagogía del Oprimido de Freire en la que se dota a la sociedad de herramientas para poder transformarla y no ser meros educandos a los que llenan la cabeza de simples conocimientos, sino que la misma educación sea un instrumento transformador y lo utilicemos para ello. De la misma manera que Freire utiliza la educación y pedagogía para empoderar a las personas, también Boal lo hace con el teatro.

El teatro del oprimido trabaja desde diferentes modalidades como el teatro imagen, teatro periodístico, teatro foro, el teatro invisible entre otras. Sin embargo, durante la dinámica en clase trabajamos una modalidad en concreto: el teatro imagen.





En esta modalidad no se usa la comunicación verbal ni el diálogo, sino que a partir de la situación de opresión y su representación en una imagen se iniciará un debate sobre la situación y su posible cambio.

En concreto, tras una primera toma de contacto en círculo y realizados ejercicios de iniciación pasamos a ponernos por parejas explicándonos y poniendo en común alguna situación vivida de opresión, una vez expuestas seleccionamos una de las dos y ampliamos el grupo a cuatro personas con las que volvimos a poner en común la situación y elegimos una de ellas para representarla ante la clase.

El “escultor”, quien vivió la situación de opresión, nos dirigió y nos repartió los papeles, así como los sentimientos y pensamientos que tenía la persona en esa situación y salimos a representarla. Una vez en medio de la clase se abrió debate para descifrar cual era la situación de opresión, que papel jugaba cada una de las personas y se les preguntaba por los pensamientos que tendrían dichas personas en esa situación; una vez conocimos la situación en todo su conjunto venía la parte más importante de la dinámica y en sí del teatro del Oprimido, transformar la imagen en una otra donde no haya opresor ni oprimido, sino que todos fuésemos iguales.



Es en este momento salió gente espectadora a intentar cambiar la imagen a veces consiguiéndolo y en otras no, ya que pudimos observar que en algunas situaciones de opresión es muy difícil conseguir una igualdad entre ambas partes y una relación horizontal, ya que no depende solo de la persona, sino que asciende a un grado institucional, como por ejemplo la actitud violenta y agresiva de policías (autoridad, seguridad, trabajar para el Estado) en una manifestación a favor de la independencia de Cataluña. Sin embargo, en otras situaciones de opresión si podemos realizar cambios como es el caso de una relación tóxica de una pareja o una pelea callejera debido pertenecer a diferentes etnias.



En definitiva, mediante esta dinámica hemos podido comprobar que el teatro del oprimido es una herramienta socioeducativa que sirve para mejorar nuestras habilidades sociales y nuestra capacidad de resolver conflictos. Así como herramienta para poder ver el mundo de otra manera sin oprimidos ni opresores y poder tomar parte y cambiar la sociedad.

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